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Publicado por
Virginia Looba
Hola librerío,
Os dejo aquí un artículo de Coral Herrera que me ha gustado mucho y que desarrolla algo relacionado con mi última entrada, "Ética de las distancias cortas".
Haré un pequeño homenaje a Mr. Wildest y os pondré un parrafito para abrir boca...
"El romanticismo está, inevitablemente, centrado en el yo; en el siglo XIX se ensalzó la subjetividad como modo de relacionarse con el mundo. Tanto en las artes y las ciencias, como en la vida cotidiana, el yo es la fuente de inspiración romántica, el lugar donde se crean los sueños, allí donde se pretende confundir la realidad con el deseo. Los escritores y sus protagonistas son personajes excesivos que transforman imaginariamente su realidad porque no les gusta tal y como es. No soportan la soledad inherente al ser humano moderno, por eso tratan de mitigarla o anularla con la grandiosidad de la fusión erótica entre dos personas, elevándola a la categoría de la eternidad y lo sublime. Desde mi punto de vista, el prototipo del sujeto romántico es infantil, narcisista, sufridor, protagonista de la historia de su vida. Y la posmodernidad ha heredado esa ñoñez hipersensible, caprichosa y vulnerable.
El romanticismo es egoísta porque siempre se parte desde el ego para crear o para pensar el mundo, porque este ego se alimenta de soñar con voluntades ajenas doblegadas por el amor, porque incurre en continuos procesos de victimización y autodestrucción heroica y grandilocuente que le hará un hueco en la Historia.
Por eso nuestra forma de amar actual, heredera de aquel movimiento decimonónico, está basada en la posesividad, en la apariencia por encima del ser, en el apego y el miedo, en la necesidad más que en la libertad."
¿Es egoísta el amor romántico?
Aullidos y besos de luna llena...
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Virginia Looba
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Por fin he podido leerlo. Magnífico artículo. Gracias por la aportación, Ms Looba. AuAuuuhhh!!!
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