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Los esproemios del merpasmo

He encontrado un escrito muy extraño entre lo legajos de mi alter ego. Lo comparto en la esperanza de que alguien pueda indicarme de qué demonios habla mi tocayo:

Rayuela - Capítulo 68

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

--
Julio Cortayzas

6 comentarios:

  1. Expradumerio y alfancionándide! Me quedo sin resuóllice!

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  2. Pues mire usted, apreciado alter ego,
    no he llegado a entender absolutamente nada, y eso que siceramente he intentado incluso leerlo al revés y bocaabajo. En fin,mire usted,primero al revés, después bocaabajo y por último al reves y bocaabajo conjuntamente. Perdóneme mi torpeza pero me ha sido lubricantemente imposible descifrarlo. No obstante, si su necesidad no se viere satisfecha, y aumentara tamañamente su ahogo, le ruego me lo comunique prontamente e intentaría aventurarme en nuevos equilibrios.

    vuestro

    moortimer Daid

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  3. Ostras! Me encanta ese libro... y su olor es fascinante. Huele a tarde lluviosa de verano en Buenos Aires en el portal de mi abuela, suena a pisadas en los charcos y a la voz de mi querido primo leyendo todas estas palabras desconocidas, pero que se entienden a la perfección.
    Cortazar me pone ñoña.

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  4. Hoy, día de la poesía, nadie mejor para poner el contrapunto a Cortázar que... Oliverio Girondo

    Y de los replanteos
    y recontradicciones
    y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
    y de los repropósitos
    y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
    y del revés y del derecho
    y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
    y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
    recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
    repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
    y treta terca en tetas
    y recomienzo erecto
    y reconcubitedio
    y reconcubicórneo sin remedio
    y tara vana en ansia de alta resonancia
    y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
    y poro loco
    y parco espasmo enano
    y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
    cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
    de tanto error errante
    y queja quena
    y desatino tísico
    y ufano urbano bípedo hidefalo
    escombro caminante
    por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
    recansadísimo
    de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
    y de la revirgísima inocencia
    y de los instintitos perversitos
    y de las ideítas reputitas
    y de las ideonas reputonas
    y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
    desde qué mares padres
    y lunares mareas de resonancias huecas
    y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
    sempiternísimamente archicansado
    en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
    remeditativo o remetafísico y reartístico típico
    y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
    y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
    y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
    simplemente cansado del cansancio
    del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
    y al silencio.

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