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Mis Entreaperturas

Queridos amigos, he visto la puerta entreabierta y me he atrevido a entrar. Me encantan estos libros de terciopelo afelpado y desearía dejar una pequeña reflexión a modo de.... preliminar

¿Es acaso el amor una contractura?

vuestro,

Moortimer

5 comentarios:

  1. Buena cuestión...
    Plantearé mi hipótesis basada en la evidencia más sólida que tengo a mano (sin dobles lecturas)...

    Cuando un individuo está sometido a una intensa necesidad de afecto y llega a la desesperación, no le da tiempo entre afección y afección a relajarse, apareciendo primero los temblores y luego la contractura. Como define el especialista Amando Toloco, “La contractura, es un estado de endurecimiento en que se encuentra el individuo, que no llega a relajarse como debiera, ocasionado por la fatiga, a consecuencia de la suma de estimulos que le llegan continuamente. “

    Tenemos también que distinguir entre lo que, amorosamente hablando, es una contractura y lo que es un calambre (o rampa en algunos países). Así, se distinguen dos tipos de contracturas amorosas: las generales y las que afectan a un nódulo, bien sea amigonódulo o amantenódulo. Todas ellas tienen lo siguientes síntomas.

    *- Incremento del tono nocturno.
    *- Acortamiento del sueño.
    *- Maximización del metabolismo.
    *- Reducción de la capacidad de rendimiento.
    *- Dolor a la presión y/o a la tensión por contracción.
    *- Inflamación de las partes afectadas.

    Contracturas generales (hipertonía amorosa localizada)

    Son clasificadas así cuando se trata de un grupo o grupos amorosos que abarcan toda una superficie o miembro. Por ejemplo cuando se producen las tortícolis, normalmente al mirar en direcciones forzadas, y cuando forzamos la musculatura de la cintura pélvica, por esfuerzos horizontales nocturnos o diurnos.

    Nódulos contracturados

    Denominados médicamente “T'hasVeníoArriba-osis”. Suelen ser palpables hasta para inexperto. Suelen formarse redondas como un pomelo o largas como un rotulador de punta gruesa...

    Así que "me tengan cuidadín".

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  2. Apreciado, y no por ello menos admirado, señor Oscar,

    copulo con usted en lo referente a la falta de relajación entre afección y afección como diagnosis de la contractura amorosa y me relame gustosamente la referencia del lauredao Dr Toloco ( destacado traumasexologo y del que, con vuestro consentimiento, libidaría la lectura de su interesantísimo ensayo reciente "El Herpes matinal y otras venereidades") en lo referente a la fatiga informativa y de estímulos como detonante de la propia contractura amorosa.Y no solo por la falta de relajación entre periodos hartoafectivos sino también por un exceso de celosa atenció continuada. Quisiera que permaneciera completamente erecto este argumento puesto que a mi parecer clama al cielo sobre la necesidad ( o no) de prestar tanta atención al afecto amoroso como único orificio, y por ende sucumbir en la contractura como finalidad inevitable.

    No felo , por el contrario, su argumentación respecto a los tipos de "hipertonías amorosas localizadas" como usted las denomina,desconociendo en base a qué o a quien usted excita esta definición y, permítame la dureza,la supuesta formación con la que usted lo avala. No he hallado una oxitinación suficientemente convincente en su exposición al respecto como para felarle tal "capricho discursivo".Es más, considero que debiera usted apartar al doctor Toloco de sus propias ensoñaciones y no servirse de sus fluídos eruditos para enaltecer los vuestros, por respeto al insigne doctor y por respeto a los lectores que esperamos humedos sus explicaciones (y/o rectificaciones) así como sus futuras aportaciones a este interesante coloquio.

    muchas gracias

    no,insisto,el placer es mío

    Moortimer Daid

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  3. Apreciado Oscar,
    me congrata su respuesta, pero le esputo a desenredar las límbicas intenciones tras el concepto toloco.

    Quedo a su entera disposición

    suyo,

    m.

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  4. Queridos,

    Estoy totalmente de orgasmo con vosotros. He felado el texto varias veces y no me cabe ninguna vulva: el amor es una confitura.

    --
    Virginia Looba.

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